Reflexiones

¡Marchando una de asesores!

«Los que me conocen saben de mi aprensión hacia la «política» (con minúsculas y enfatizada por comillas) que se practica en todos los ámbitos de la actividad pública de este país (y cada vez con más interés, en lo privado). Escribo intencionadamente «practican» porque acceden a ella advenedizos, gente que no tiene la más remota idea de nada, que han fracasado en otros ámbitos de la actividad humana y se refugian, ¡y a qué precio!, en las poltronas del poder. A estas criaturitas las llamamos genéricamente políticos, cuando deberíamos llamarlos directamente con apelativos más altisonantes. Todo el que practique la política es político. Y como me decía el gitano castigado por impuestos que no entendía: «Qué mala es la política, que transforma a las madres en suegras».
Lo penúltimo que deseo comentar es el interés de estos nuevos señores feudales en la incorporación a su servicio (escribo bien) de un grupo de personas, designados como asesores. No tienen que ser expertas, ni siquiera tener conocimientos mínimos; simplemente, ser conocidos del mamarrundión de turno. En el caso de una empresa privada, que el dinero sale de los bolsillos de sus presidentes y accionistas, es lógico que dispongan de un Consejo de lo que sea, encargado de estudiar, discutir, consensuar y aprobar decisiones que afecten a la supervivencia de la misma.

Leo que en este país de canallas y mangantes, todo el que ostenta un cargo público se provee de asesores. Hasta los alcaldes más mindundis se rodean de amiguetes que se reúnen en buenos restaurantes para tomar decisiones que nos afectan a los contribuyentes. A esta pandilla de indocumentados, por mor de la política,  se denomina eufemísticamente «asesores». ¡El colmo de la incompetencia humana! Para echarse a llorar, vamos.

Resulta que estos asesores, sin dar la cara ni asumir responsabilidad alguna, asesoran al político de turno. Esta acción sería prueba suficiente para declarar incompetente para asumir las responsabilidad (aunque sea política) al político elegido o designado. ¿Esto pasa sólo en las Alcaldías, en las Comunidades Autónomas, en el Gobierno central; o es una práctica habitual en Europa, en el mundo? Porque el asesor no es el concejal que desarrolla una actividad delegada. No. El asesor, digamos, es como el ventrílocuo que pone la voz al muñeco que maneja disimuladamente con la mano para que los espectadores (en este caso, los inocentes ciudadanos) creamos que es el pelele el que habla. Maquinan en la sombra, se pronuncian con susurros, y se creen marcadores de tendencias, gurús que nos llevarán, si nadie lo remedia, hacia el precipicio de la bancarrota porque no habrá dinero para otra cosa que no sea pagar sueldos innecesarios. ¡Es que los alcaldes no se fían de «sus» equipos corporativos, de los concejales elegidos por él mismo! Y, repito, ¿son necesarios? Si es así, y estos superhombres llevan súper-estructuras, o abordan cuestiones que sólo ellos pueden llevar, ¿por qué no nombrarlos concejales, consejeros, ministros…?

¿Qué está pasando en este país donde la mancha de aceite de la «política» ocupa más de la mitad del papel? ¿Quién puede pagar tanto dirigente y asesor de dirigente? ¿Quién trabaja y contribuye a crear riquezas? ¿Quién fomenta el crecimiento, la creación de empleo, la distribución del bienestar social…? ¿Qué país puede soportar este tren de gastos? ¿Alguien cree que los «políticos» necesitan este despliegue de asesores para seguir haciendo lo que hacen?» ©ARG/mayo, 2013

La Humanidad reciente

«¡La política miope lo inunda todo! Lo vocacional ha dejado paso a lo sindical y nos movemos por intereses materiales. Esta democracia imperfecta ha traído consigo unos efectos indeseables que están minando la sociedad, sacando lo peor de los ciudadanos. No pensamos en los demás. El egoísmo es bandera de los comportamientos colectivos donde nadie se sacrifica por nada. Y así nos va… Por otro lado, los estados-taifas de las autonomías están demostrando ser una ruina en todos los sentidos. Cataluña, Vascongadas… renegadas y avariciosas. Así, nos hundiremos sin remedio. ¡Siento tanto asco por esta Humanidad, avariciosa y hueca!» ©ARG/junio, 2013

2 comentarios en “Reflexiones

  1. PISTON.
    Estoy muy de acuerdo contigo. A esta democracia que tu llamas imperfecta, yo la llamaría impuesta, nos la impusieron politiquillos de vía estrecha provenientes de Europa que creían en la «DEMOCRACIA» que pactaron con los de vía ancha que llevaban 40 años en el machito y del que no querían bajarse. En resumen, se repartieron el poder económico para estos últimos y le dejaron el poder legislativo a los otros, pero dentro de un orden. Y crearon unos partidos políticos que no se parecen en nada asu título. No hay democracia interna, el poder es piramidal, al igual en el el poder ejecutivo del que tampoco salieron los franquistas, y el jefe tiene la potestad de elegir a los elegibles, amén de hacer lo que tu has comentado «imponer asesores que más separe en a tertulianos de una radio de provincias»

    1. Estos individuos jamás han creído en la democracia. Siempre estuvieron «contra el poder», como ahora. Les daba igual que fuera una dictadura o una «dictablanda», como está ocurriendo con los gobiernos y las leyes que aprueban. Han dinamitado todos los controles ciudadanos a su gestión porque su objetivo fue «robar», llevarse el dinero de los ciudadanos… Me dan asco los individuos que sólo piensan en sí mismos.

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